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Características de los asesinos seriales

Para que un sujeto sea calificado como “asesino en serie”, debe cumplir con ciertas características que lo definan como tal Están obsesionados con el poder Una de las principales características de los asesinos en serie es que suelen verse fascinados por el poder y siempre quieren tener el control sobre la situación (incluso cuando saben que han sido atrapados) A su vez, este tipo de criminales suelen retener información vital que les dan las personas que les rodean para poder usarla contra ellas en un futuro Son manipuladores Los asesinos en serie suelen manipular a las personas que le rodean. Esta actitud, usualmente, la esconden bajo una fachada de vulnerabilidad y la idea falsa de que quieren agradar a todo el mundo Con todo, es cierto que estos criminales cuentan con una capacidad increíble para hacer que el resto del mundo haga lo que ellos desean. Por descontado, y cuando llega el momento de pagar por sus acciones, intentan exculparse acusando de sus infamias a otro

El Angel de la Muerte

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"Aunque muera, vivirá" La primera vez que Carlos Eduardo Robledo Puch conoció la muerte fue cuando se cayó de la bicicleta a los ocho años y terminó sobre las vías del tren. La máquina se detuvo a centímetros de sus pies. Es muy feo morir, pensó. Cuando tenía 14, murió su abuelo y lo llevaron a la ceremonia de cremación. Le encantó todo el “espectáculo". Era el abuelo cuyos restos se consumían a 800 grados centígrados, el que cuando vivía le insistía que estudiase la carrera de Ingeniería Ahora, Carlitos miraba cómo las llamas se llevaban los deseos del viejo. Su abuelo había muerto. No era el crujir de la madera envuelta por el fuego, no eran las lágrimas de sus papás ni el recuerdo de su abuelo que ya no se renovaría lo que lo tenía cautivado. Era la muerte. Su mamá, muy lejos de intuir los sentimientos de su hijo se acercó para consolarlo, para hablarle de que el abuelo ahora estaría mejor y le recordó, para confortarlo, lo que había dicho Jesús: “Yo soy la resu

Ted Bundy

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Infancia cruel Un hombre con un brazo roto y cierto carisma, pide ayuda a una mujer para cargar unos libros en el auto. Ella decide ayudarlo acompañando al joven. Un mes después encuentran el cuerpo de ésta en un lago cercano El individuo tenía la particularidad de ir cargado con libros y llevar un brazo enyesado. También hubo testigos que observaron a un hombre que solía tener “problemas” para arrancar su Volkswagen el cual había sido visto rondando el sitio donde desaparecieron dos de las jóvenes asesinadas No se trata de una historia de ficción, sino de un suceso real. Se trata de lo que le ocurrió a más de una de las víctimas de uno de los mayores y más conocidos asesinos en serie de mujeres de los Estados Unidos Theodore Robert Cowell nació el 24 de noviembre de 1946 en Burlington. Hijo de Eleanor Louise Cowell cuando ésta era muy joven y de padre desconocido, fue criado por sus abuelos y se le hizo creer tanto a él como al resto de la sociedad que su madre era en realidad su

Jeffrey Dahmer

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Un chico como todos A diferencia de muchos otros homicidas, Dahmer tuvo la particularidad de haber tenido una niñez completamente normal.  Nacido el 21 de mayo de 1960 tuvo una infancia feliz, su padre Lionel y su madre Joyce le dieron cariño desde pequeño, algo que no sucede habitualmente con la mayoría de los asesinos en serie Que fuera un chico solitario criado en una familia de clase media, que le gustara diseccionar animales muertos "para ver cómo eran por dentro" o que sus padres discutieran con frecuencia), no parecen motivos suficientes para justificar un despertar homicida.  Los chicos que crecieron cerca suyo recordaban a un niño que guardaba los esqueletos de las ardillas en un cobertizo del patio trasero. También había creado un cementerio de animales al lado de la casa, con tumbas y pequeñas cruces donde había ranas y gatos empalados. En la secundaria parecía normal, jugaba al tenis y estaba en la banda del colegio, a veces trataba de llamar la atenció

El petiso orejudo

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Una infancia conflictiva Fue uno de los primeros asesinos seriales de la historia criminal argentina, conocido mundialmente como "El petiso Orejudo".  Cayetano Santos Godino n acio  el 31 de octubre de 1896 en un conventillo de la calle Dean Funes al 1.000, entre Parque Patricios y Almagro.  Creció junto a sus ocho hermanos y fue severamente castigado desde pequeño por Fiore Godino, su padre alcohólico y sifilítico que le llegó a provocar 27 cicatrices en el cuerpo.   De un 1,61 y grandes orejas, encajaba perfecto en la teoría de Cesare Lombroso, que intentó explicar a través de sus análisis que había grupos humanos condicionados por anomalías en su cuerpo que los guiaban al delito.  Por sus conductas, en su momento lo consideraron un "imbécil", un "alienado mental", un "sádico", un menor "inadaptable" o "degenerado irresponsable". Lo cierto es que a principios del Siglo XX nadie supo qué hacer con él, no había insti